Recojo de su hotel en el centro de la ciudad. El primer punto es el Mirador de los Volcanes, cuya altura ofrece una espectacular vista panorámica de los apus andinos venerados por los incas, que hoy resguardan la Ciudad Blanca: el Misty, Chachani y Pichu Pichu.
Luego iremos a la Cantera de Añashuayco. Aún se encuentra en plena explotación de piedra de sillar, razón por la que se ha convertido en un inmenso cañón con gigantescas paredes blancas, de unos 30 metros de altura. Los alarifes de la zona explican sus técnicas de tallado y exhiben los diversos usos de la piedra.
Nuestro siguiente desti no es la Quebrada de Culebrillas, cantera de sillar que aún no está en explotación, ubicada entre los distritos de Uchumayo y Cerro Colorado. Una caminata de 20 minutos nos permitirá observar los enigmáticos petroglifos grabados en las paredes de la quebrada.
De retorno a la ciudad observaremos las Apachetas, estructuras de piedras dispuestas en una estructura cónica a las orillas del Camino Inca, a manera de ofrenda. Estas son consideradas por los
pobladores del lugar una costumbre ancestral que provoca una sensación mística.
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